Entre las enfermedades asociadas a esta patología, el ‘pie diabético’ provoca la aparición de infecciones que pueden progresar hasta la gangrena y la amputación
España es el segundo país del mundo, por detrás de Estados Unidos, con más amputaciones de miembros inferiores a causa de la diabetes tipo 2, que impide la normal cicatrización de las heridas, ha comentado el coordinador del Grupo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Javier Ena Muñoz, durante la XII Reunión de Diabetes y Obesidad de la organización.
Un hecho que, además, y según ha añadido el especialista, implica que la diabetes es la causa más frecuente de amputación no traumática de la extremidad inferior en España, pues siete de cada diez casos se deben a esta patología.
Y es que, son muchas las enfermedades asociadas a esta patología, destacando, entre otras, el denominado ‘pie diabético’, una de las complicaciones más frecuentes que sufren los pacientes con diabetes tipo 2 y que provoca la aparición de infecciones que pueden progresar hasta la gangrena y la amputación.
Además, entre un 24-40% padece como enfermedad asociada la nefropatía diabética, que supone la pérdida progresiva de la capacidad de filtración del riñón. «Ello repercute, además, en que los pacientes con diabetes y enfermedad renal presentan mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, tales como el ictus o la muerte de causa cardiovascular, a la vez que condiciona la selección de los fármacos que se pueden administrar para tratar la diabetes», ha argumentado el doctor.
Diabetes en el paciente anciano
Por otra parte, durante el encuentro se ha abordado la diabetes en los pacientes de edades avanzadas, ya que suelen ser «más frágiles» a la hora de controlar la enfermedad y el resto de patologías que pueden acompañarla como, por ejemplo, insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio, insuficiencia renal o demencia.
Es más, tal y como ha aclarado el experto, en algunos casos las hipoglucemias (bajo nivel de azúcar o glucosa en sangre) pueden acelerar la gravedad de la demencia o provocar la presencia de arritmias llegando incluso hasta la muerte.
Por ello, el doctor ha destacado la importancia de llevar un adecuado control de la diabetes, ya que de lo contrario los pacientes ancianos que se encuentren especialmente cansados pueden presentar, además, alteraciones visuales y caídas. Algo similar sucede con la desnutrición en estos pacientes de edad avanzada, ya que prolonga el tiempo de recuperación por la pérdida de la masa muscular y aumenta el riesgo de padecer infecciones, lo que implica que tiene que estar especialmente vigilada por los profesionales sanitarios.
«Eso es, precisamente, lo que buscamos con la creación de un Nuevo Consenso de Sociedades, una atención óptima de los pacientes ancianos que padezcan diabetes; además de actualizar y poner en común las novedades relativas a los tratamientos de la diabetes tipo 2 en estos pacientes», ha recalcado.
Obesidad, vitaminas y menopausia
Del mismo modo, en la reunión se ha abordado el tema de la obesidad, la enfermedad metabólica más prevalente del mundo y que en la actualidad es una de las principales causas de morbimortalidad. De hecho, el aumento del consumo de grasa en la dieta y a un tipo de vida más sedentario ha conllevado que, en los últimos 20 años, la población infantil y juvenil con sobrepeso y obesidad sea cada vez mayor.
«Por ello, tanto la población general como la Administración Pública deben tener presente que la prevención de la obesidad infantil debe ser una prioridad para evitar sus consecuencias. Si no se actúa, estos adolescentes obesos se incorporarán en un futuro próximo a la edad adulta, aumentando la población en riesgo de sufrir complicaciones de la obesidad como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer o artrosis», ha enfatizado el experto.
Para evitarlo, ha subrayado la necesidad de que exista un aumento de los conocimientos de dietética y nutrición a nivel escolar. A su juicio, la labor de los educadores y de la familia resulta «clave» para mejorar los hábitos dietéticos y el ejercicio físico.
Del mismo modo, existen otras enfermedades relacionadas con la obesidad, como el déficit de vitamina D (que ya cuenta con una alta prevalencia entre la población general española) o el riesgo de fractura en pacientes con osteoporosis, debido a la dificultad en su movilización y al aumento del número de caídas de pacientes obesos. «Hay evidencia de que en las mujeres postmenopáusicas con obesidad existe un aumento del riesgo de fractura de húmero y de fracturas osteoporóticas de tobillo, mientras que en los varones aunque siguen un patrón similar, hay menos estudios disponibles», ha zanjado el doctor.
Fuente: EUROPA PRESS Madrid