Incluso después de tres vacunas, los pacientes de trasplante de riñón que tienen que tomar medicamentos inmunosupresores de forma permanente no desarrollan una protección adecuada contra el SARS-CoV-2, según un estudio realizado por La Universidad Médica de Viena y el Hospital Universitario de Viena (Austria), que se ha publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’.

En concreto, los resultados muestran que, incluso después de la tercera vacunación, alrededor del 90 por ciento de los pacientes no han adquirido una protección celular y humoral adecuada contra la Covid-19, independientemente de que hayan recibido una vacuna de ARNm o una vacuna vectorial.

Tras el trasplante de un órgano como el corazón, los pulmones o los riñones, los pacientes tienen que tomar medicamentos inmunosupresores durante el resto de su vida. Estos evitan el rechazo del órgano trasplantado, pero también debilitan la respuesta a las vacunas.

Un equipo dirigido por Roman Reindl-Schwaighofer, Andreas Heinzel y Rainer Oberbauer, de la División de Nefrología del Departamento de Medicina III de la Universidad Médica de Viena y del Hospital Universitario de Viena, ha investigado la eficacia de la vacuna contra el coronavirus en pacientes que han recibido un trasplante de riñón.

Estos resultados sirven ahora de base para un nuevo estudio que se inicia en la División de Nefrología del Departamento de Medicina III en el grupo de pacientes que no desarrollaron ninguna protección tras la tercera vacunación. En él se investigará la eficacia y seguridad de un cóctel de anticuerpos humanos contra el SARS-CoV-2.