Un equipo de investigadores ha descubierto nuevos mecanismos de calcificación vascular, un hallazgo que abre la puerta a tratamientos novedosos contra uno de los principales procesos involucrados en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

– “La calcificación vascular consiste en el depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias, lo que impide que las arterias puedan dilatarse o contraerse con normalidad para regular la presión sanguínea. Con el tiempo, esto deriva en enfermedad cardiaca y vascular”, explica el doctor Villa Bellosta, del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid (España).

– Ricardo Villa Bellosta señala también que la calcificación vascular está asociada con la muerte por patología cardiovascular en la población general, en pacientes con enfermedad renal crónica y en diabéticos.

– “De estas investigaciones surgirán varios tratamientos a corto y medio plazo”, manifiesta el especialista.
Purificación León
Las enfermedades cardiovasculares, aquellas que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, son la principal causa de muerte en todo el mundo, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Se calcula que en 2015 fallecieron por esta causa 17,7 millones de personas, lo que representa el 31% de todas las muertes registradas en el mundo”, precisa esta entidad.

La calcificación vascular, es decir, la acumulación de calcio en los vasos sanguíneos desempeña un importante papel en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Ricardo Villa Bellosta, investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, señala que la calcificación vascular está asociada con la muerte por patología cardiovascular en la población general, en pacientes con enfermedad renal crónica y en diabéticos.

“La calcificación vascular consiste en el depósito de sales de fosfato de calcio en la pared de las arterias (como si fueran rocas), lo que impide que las arterias puedan dilatarse o contraerse con normalidad para regular la presión sanguínea. Con el tiempo, esto deriva en enfermedad cardiaca y vascular”, explica.

Además, el doctor Villa Bellosta detalla que, si una placa de ateroma calcifica (una placa de ateroma es un depósito de grasa y otras sustancias que se adhiere a la pared de las arterias) una pequeña piedra de calcio-fósforo, se puede desprender y ocasionar un infarto coronario, cuando ocurre en la arteria coronaria, o un infarto cerebral, si sucede en la arteria carótida.

“La aorta, la arteria coronaria y la arteria carótida son las arterias donde se encuentran calcificaciones con más frecuencia durante el envejecimiento y en las patologías citadas”, subraya el especialista.

 

TEJIDOS DUROS Y BLANDOS.

Nuestro cuerpo está formado principalmente por dos tipos de tejidos: los duros y los blandos. Los tejidos duros contienen cristales de un mineral llamado hidroxiapatita, es decir, son tejidos biomineralizados. En cambio, los tejidos blandos no lo están.

“El calcio y el fosfato se combinan para sintetizar hidroxiapatita, el principal componente del hueso y de otros tejidos duros. Esto es algo bueno y necesario para nuestra supervivencia, pero cuando la hidroxiapatita se acumula en los tejidos blandos constituye un problema de salud de grandes dimensiones, sobre todo si se acumula en los vasos sanguíneos (calcificación vascular) pues, con el tiempo, desemboca en enfermedad cardiovascular”, aclara el doctor Villa Bellosta.

El galeno explica que, como medida de protección, nuestro cuerpo sintetiza inhibidores que impiden que el calcio se acumule en la pared de los vasos sanguíneos. No obstante, durante el envejecimiento y en ciertas enfermedades como la diabetes y la enfermedad renal crónica, el proceso de acúmulo de calcio en los vasos sanguíneos se ve acelerado. Esto ocurre, en parte, debido a la pérdida de síntesis de inhibidores.

Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid liderado por el mencionado doctor Villa Bellosta, ha encontrado nuevos mecanismos de calcificación vascular.

Los resultados de este estudio se han publicado en la revista “Arteriosclerosis Thrombosis and Vascular Biology”, que pertenece a la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) y señalan a un inhibidor endógeno denominado pirofosfato como una posible diana terapéutica para combatir las calcificaciones vasculares.

Los investigadores han descubierto que, en condiciones normales, las células de los vasos sanguíneos responden al acúmulo de calcio incrementando la síntesis de este inhibidor endógeno.

“En la actualidad nuestro grupo está desarrollando varias estrategias que permitan aumentar la síntesis de este inhibidor de forma endógena (interna). Por lo tanto, de estas investigaciones derivarán varios tratamientos a corto y medio plazo”, manifiesta el doctor Villa Bellosta.

En este sentido, el especialista destaca el “papel fundamental de los jóvenes en la investigación pues, con sus ganas de aprender y la energía que ponen en el trabajo, ayudan al desarrollo de los proyectos”.

EFE/REPORTAJES