El 20% de los enfermos renales de la provincia que necesitan diálisis ya reciben los tratamientos en sus domicilios. Una media de 50 pacientes la eligieron de forma voluntaria y disponen de máquinas de uso individual para poder hacerlo en las dos técnicas que están operativas. Cuarenta y cinco -el número varía en función de los trasplantes- se someten a diálisis peritoneal y otros 5 a hemodiálisis domiciliaria. Ambos métodos coexisten para ejercer la misma función: limpiar de impurezas la sangre y liberar el exceso de líquido que no se puede eliminar por la orina. En hemodiálisis domiciliaria el centro lucense se encuentra entre los pioneros en su implantación. El primer paciente, un monfortino, entró en el programa en enero del año 2015, lo que le permitió al HULA figurar como el octavo hospital de España que la puso en marcha. Actualmente es el centro gallego que más enfermos tiene incorporados en ambos sistemas, que crecen de forma paulatina.

-¿Por qué la diálisis a domicilio?

-Hoy en medicina fomentamos el autocuidado para que el paciente no sea cautivo de su enfermedad. Queremos que tenga iniciativa y conciencia de la importancia del autocuidado, que le permite mejorar la calidad de vida y la enfermedad. La diálisis parecía una técnica compleja, que solamente se podía hacer en los grandes hospitales y está demostrado que no es así. Se puede hacer en domicilio. Relativizándola, puede ser sencilla para algunos pacientes, sin limitaciones de dependencia graves, jóvenes o mayores autónomos. El 20% de nuestros pacientes ya realizan la diálisis a domicilio.

-¿Cómo es el sistema?

-Los pacientes pueden optar por diálisis peritoneal y desde hace dos años tenemos la hemodiálisis a domicilio con máquina portátil. Esta existía desde hace años, pero era muy minoritaria. Se instalaba una máquina muy parecida a la del hospital pero en casa. Generaba muchos problemas, ocupaba espacio, exigía reformas… Ahora tenemos unas máquinas portátiles, sencillas de montar, que no exige obras y que prácticamente no tienen mantenimiento. Poco a poco los enfermos lo han ido conociendo y se han ido animando, tanto a la diálisis peritoneal como a la hemodiálisis domiciliaria. El primer paciente de esta última era de Monforte y entró en el programa en enero del 2015. Hoy está trasplantado y feliz.

-¿Qué ventajas supone?

-Somos conscientes de que venir al hospital es un inconveniente. Con estos sistemas ellos pueden elegir horarios y adaptar las necesidades laborales a la diálisis. La peritoneal es más conciliadora con la actividad laboral porque es nocturna, conectada a un sistema automático, con intercambios durante 10 horas de descanso. Es todas las noches, pero el resto del día están liberados. La hemodiálisis domiciliaria son 5 o 6 días a las semana. dos horas y media o tres horas. Se pueden adaptar por la mañana o por la tarde y encajar en la actividad diaria.

-¿Cómo consiguen la máquina?

-Funciona como un concierto del Sergas con los proveedores mientras el paciente está en el programa. Después tiene que devolverla. Cada uno tiene la suya.

-¿Cómo se accede al programa?

-Al paciente se le ofrece la posibilidad en la consulta de nefrología de elegir. Primeramente se le propone si quiere y tiene posibilidades de un trasplante de un donante en vivo, de la familia, por ejemplo. Algunos cuando llegan aquí ya lo hablaron. En A Coruña, que es la referencia en trasplantes se han hecho alrededor de entre 20 y 25 de pacientes de Lugo, en los últimos cinco años. El seguimiento lo realizamos los servicios de nefrología de Lugo y de Burela. Tenemos una consulta específica. La doctora García Merino les explica las distintas técnicas y ellos deciden hospital o domicilio, en función de lo que mejor se adapta a sus vidas. La decisión es reversible y si finalmente optan por domicilio y nos se adaptan pueden volver al hospital. Los enfermos hablan con las asociaciones y con otros pacientes y los programas a domicilio van subiendo por el grado de autonomía que otorgan.

-¿Es igual en hospital que a domicilio?

-Las garantías son las misma. El tratamiento a domicilio ofrece la misma calidad y ningún paciente se va a su casa sin saber antes cómo tiene que hacer. Empezamos con el entrenamiento en el hospital y en dos meses de media ya está capacitado para resolver cualquier contingencia. Además tienen un proveedor a domicilio del material, localizable las 24 horas y un teléfono en el HULA también 24 horas. Siempre tratamos de instruir al paciente a otra persona, un supervisor, por su hay algún contratiempo.

-¿Cuál es el paciente tipo?

-Es una persona joven, autónoma, en activo, aunque también tenemos algún jubilado con buena calidad de vida. Hay s un pequeño porcentaje de pacientes muy limitados, pero de puntos lejanos y con mucho apoyo familiar. No es lo que se busca, pero se hace en algunos casos.

El servicio de Nefrología también está tratando de aplicar las nuevas tecnologías de la información a la relación con los pacientes que realizan diálisis a domicilio.

-Estamos implementando un sistema web para diálisis peritoneal para el acceso a los datos del paciente y del tratamiento para poder acceder desde el propio hospital. Nos permitirá no solo efectuar el seguimiento, sino también cambiar el tratamiento, después de consultar los datos.

-¿Cuándo podría estar operativo?

-Todavía estamos trabajando en ello. Es posible que para finales de año pueda estar operativo. Nos queda mucho camino todavía por avanzar.

-¿Está dando resultados el programa a domicilio?

-El paciente a domicilio está más motivado. Se responsabiliza de la técnica. Casi no registran ingresos por problemas de nefrología. El interés por el autocuidado tiene resultados positivos en la adherencia al tratamiento, a las revisiones y a la dieta. También en alguna medida descarga a los hospitales de pacientes. Es un bien para todos. Los pacientes responden y están contentos. Además los cuidados a domicilio distorsionan menos la vida familiar. Saben que están perfectamente controlados y tienen teléfonos a su disposición para solucionar cualquier duda.

Fuente: La Voz de Galicia